Plan de Clasificación y Retribución de la UPR no se revisa hace más de 40 años

El presidente de la institución reclamó que se le haga justicia salarial a los empleados que no reciben aumento desde 2013

El presidente de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Luis A. Ferrao, indicó hoy que la última revisión del Plan de Clasificación y Retribución de la institución se efectuó hace más de 40 años en momentos en que las escalas retributivas de los empleados están basadas en una tarifa por hora de $6.92. 

Ferrao compareció a una vista pública en la Comisión de Hacienda de la Cámara de Representantes en un “reclamo de justicia salarial” para los 5,629 empleados no docentes de la UPR que no reciben un aumento salarial ni bonificaciones desde el 2013. 

El líder institucional atribuyó este Plan de Clasificación “obsoleto” a una “dejadez” por parte de las pasadas administraciones de la UPR al responder las preguntas del representante Jesús Santa Rodríguez, presidente de la Comisión de Hacienda. 

“Tengo que confesar, y esto lo quiero decir a nivel personal, que ha habido dejadez. Ha habido dejadez y eso hay que admitirlo”, manifestó Ferrao durante su ponencia. “Asuntos básicos, como la cuestión salarial, el Plan de Retribuciones, revisarlo, ponerlo al día, no se había hecho desde el año 1978”, abundó. 

Aunque la universidad incrementa las escalas básicas que están por debajo del salario mínimo para poder cumplir con la ley federal, aún existen 620 empleados que mantienen un salario de $6.92 por hora, informó el director de Recursos Humanos de la UPR, Manuel Colón. 

Ferrao aseguró que estableció un acuerdo con la Escuela Graduada de Administración Pública del Recinto de Río Piedras para llevar a cabo la actualización del Plan de Clasificación luego de que bajo la presidencia de Jorge Haddock se delegó esta función a la compañía Alternative Marketing Solutions, pero el proceso se encuentra en un proceso de auditoría debido a fallas administrativas. 

A partir de enero, el Centro de Estudios Multidisciplinarios sobre Gobierno y Asuntos Públicos deberá desarrollar el nuevo plan en un término aproximado de 15 meses. La institución estima que, una vez adoptado, el impacto económico anual será de un incremento de $40 millones en el gasto de nómina y beneficios marginales del presupuesto general de forma recurrente. 

La nómina de la UPR actualmente representa un 80% del gasto del presupuesto de $758 millones con cargo al Fondo General aprobado para el año fiscal 2022-2023. Según Ferrao, si se suma con el servicio a la deuda que es de $48 millones al año, la nómina representa un 85% del presupuesto. 

“Yo estoy comprometido a hacer la revisión del Plan de Retribución… Ese proyecto toma tiempo. No se hace en cuestión de meses y requiere labor intensa. Pero hay que hacerlo, y yo estoy comprometido a que se haga finalmente”, dijo Ferrao. 

Por otro lado, afirmó que la institución necesitará una cifra englobada que sobrepase $46 millones en los próximos tres años fiscales para poder cumplir con la Ley de Salario Mínimo (Ley 47-2021), que establece un salario mínimo de $10.50 por hora a ser implementado de manera escalonada para el año fiscal 2024-2025. 

Ferrao informó a la comisión cameral que recientemente sostuvo una reunión con el grupo técnico de la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) con el fin de informarles sobre el problema de incumplimiento con el salario mínimo que enfrenta la UPR y la necesidad de más fondos para atender la situación. 

Aunque cada año se realizan revisiones al Plan Fiscal, el director de Presupuesto de la institución, Carlos Rodríguez, indicó que no así a las metas del modelo fiscal. Por tal razón, para el año fiscal en curso, la JSF exigió una reducción en la nómina no docente de un 3% y un aumento en la nómina docente de un 3%. 

“El enfoque de ese Plan Fiscal fue reducción de gastos. Básicamente, todo lo que tenía que ver con empleomanía, la fuerza laboral de la institución, se enfocó en la reducción de la cantidad de personas trabajando para la Universidad de Puerto Rico y reducir los gastos”, explicó Rodríguez.

Sin embargo, Ferrao señaló en su memorial explicativo que la precarización de las condiciones laborales impuestas como medidas fiscales ha conllevado a la reducción de la nómina en general “en perjuicio de la calidad de la educación”. 

De manera acumulada, la cantidad total de empleados se ha reducido en un 13%, informó el presidente. Esta reducción ha sido más marcada en la plantilla no docente, por lo que ha generado diversas situaciones que comprometen los servicios que brinda la UPR.

“En la actualidad es difícil el reclutamiento de profesionales como contable o abogados que ganan en la institución sueldos que rondan los 1,500 a 2,000 dólares mensuales según las escalas salariales, mientras que en la empresa privada recibirían el triple de dicha compensación”, subrayó. 

HEEND exige aumentos salariales 

Por su parte, la Hermandad de Empleados Exentos No Docentes (HEEND) de la UPR solicitó en su ponencia que se atienda con premura el aumento salarial de los trabajadores y luego hacer el ajuste correspondiente al Plan de Clasificación que se vaya a implementar. 

Asimismo, exigió que se identifiquen los fondos para crear los puestos permanentes para empleados que llevan décadas “bajo un régimen indigno de personal”

“Esperar por un Plan de Clasificación y Retribución para que se nos haga justicia salarial nos parece una ofensa. Por la complejidad de la Universidad, como mínimo dicho plan tomará no menos de tres a cinco años”, reclamó la presidenta de la organización, Jannell Santana. 

Aunque no se precisó de cuánto sería esta remuneración, Ferrao aseguró en la audiencia pública que el aumento salarial de los empleados se incluyó en la petición presupuestaria que se sometió a la Oficina de Gerencia y Presupuesto (OGP) de cara al próximo año fiscal. 

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