Campamento Tabonuco desarrolla la auto sustentabilidad en jóvenes con el apoyo del Instituto de Cultura
El Instituto de Cultura Puertorriqueña apoyó la edición veraniega del Campamento Tabonuco con mujeres de nueve a dieciocho años en una finca de plátanos y café en Jayuya. El campamento enfocado en el arte y ecología pudo ser realizado por los fondos del Programa de Subvención Básica para las Artes (PSBA) y el National Endowment for the Arts (NEA), adscritos a la Oficina de Apoyo a las Artes del ICP.
Las creadoras del campamento libre de costo, Gina Malley Campos y Rosaura Rodríguez, reflexionaron luego del paso del huracán María que podían combatir la falta sustentabilidad alimentaria y energética capacitando a jóvenes en los procesos de siembra. Aunque en un comienzo la participación fue mayormente masculina, en esta edición decidieron dirigirse solamente a chicas. La decisión tuvo como objetivo reconstruir el rol femenino en la sociedad e interesar a niñas por el labrado responsable de la tierra para que sean menos dependientes de recursos externos.
“Apoyamos esta iniciativa por su valor educativo y cultural. Toda experiencia en la que podamos aportar en el desarrollo de futuras generaciones y que vaya de la mano con vivir en armonía con nosotros mismos y con nuestro entorno, será de gran beneficio en la formación de adultos sensibles y conscientes al medio ambiente, el arte, la cultura y todo lo que nos rodea”, expresó el director ejecutivo del ICP, Carlos R Ruiz Cortés, sobre el Campamento Tabonuco.
En la pasantía, donde no se les permitió utilizar teléfonos móviles u otros artefactos tecnológicos para evitar distracciones, se ofrecieron varios talleres dirigidos al desarrollo personal y el contacto con la naturaleza. Además, se les enseñó a sembrar y hacer arte con elementos naturales. Durante los tres días que duró el campamento, las participantes pudieron aprender sobre las características de su cuerpo, técnicas de liderazgo, las etapas de desarrollo, el arte y la agricultura. La experiencia incluyó pernoctar en cabañas rústicas y utilizar baños compostables.