Más que una competencia dentro del calendario federativo es un evento para que los medallistas del ciclo olímpico se desempeñen en otras facetas deportivas
La Copa Olímpica, organizada por el Comité Olímpico de Puerto Rico (COPUR), se ha convertido en más que una competencia dentro del calendario federativo. Este evento ofrece a los medallistas del ciclo olímpico una plataforma única para explorar nuevas facetas en sus carreras, permitiéndoles evolucionar de atletas de alto rendimiento a líderes dentro del ámbito administrativo y técnico del deporte.
Uno de los ejemplos más destacados de esta transición es Edgardo López, luchador retirado y medallista en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 y en los Juegos Centroamericanos y del Caribe. López anunció su retiro formalmente durante los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, entregando sus botas en un simbólico ritual. Ahora, comprometido con el desarrollo de las futuras generaciones, se ha convertido en árbitro internacional y entrenador en su natal Carolina.
López, quien combina su pasión por la educación con su rol de entrenador, describe su experiencia con entusiasmo: «Muchas veces uno les enseña, pero no ejecutan. Eso te da ganas de hacer las cosas por ellos», comentó entre risas. Sin embargo, al final, el ver a los jóvenes dominar las técnicas y cumplir sus metas le brinda una satisfacción inmensa.
Otros atletas como los taekwondistas Luis «Gaby» Colón Maldonado y Arelis Medina siguen compitiendo, pero ya han comenzado a formar a la próxima generación desde su propia academia en Arecibo. Su presencia en la Copa Olímpica es clave para inspirar a jóvenes atletas, tal como ellos fueron inspirados al inicio de sus carreras.
La Copa Olímpica también abre puertas para el desarrollo de disciplinas en constante evolución. José «Chiqui» Laureano, presidente de la Federación Puertorriqueña de Boxeo, trabaja arduamente en el crecimiento de su deporte. Laureano, un exboxeador que ahora ocupa importantes cargos administrativos, ve este evento como una oportunidad para seguir desarrollando talento juvenil, en especial en boxeadores de entre 13 y 17 años.
El evento, que se extiende durante dos fines de semana, incluye competencias en 16 disciplinas, con sede en el coliseo Fernando «Rube» Hernández, el parque Evaristo «Varo» Roldán en Gurabo y el Albergue Olímpico de Salinas. Las actividades del segundo fin de semana, que se celebrarán el 14 y 15 de septiembre, incluyen balonmano, bádminton, gimnasia y ciclismo, entre otros. La entrada es libre de costo.
La Copa Olímpica no solo fortalece el talento competitivo de Puerto Rico, sino que también crea un puente para que los atletas se conviertan en formadores, entrenadores y dirigentes, garantizando así el futuro del deporte en la isla.
