Organizaciones defendieron el concepto de la vida desde la etapa de fecundación
La Comisión de lo Jurídico de la Cámara de Representantes continuó este jueves el proceso de vistas públicas para atender diversas medidas relacionadas con el tema del aborto en Puerto Rico con la comparecencia de grupos religiosos y provida a favor de prohibir la práctica en la isla.
Entre ellos, la Iglesia de Dios Pentecostal Movimiento Internacional en la Región de Puerto Rico presentó una ponencia en la cual defendió la intervención del Estado para “proteger los derechos de quienes no pueden defenderse”.
Asimismo, la organización reconoció la vida desde la etapa de fecundación, por lo que se expresaron a favor del Proyecto de la Cámara 1084 (P.C. 1084), que prohibiría el aborto luego de la detención del latido cardiaco fetal.
“Proteger los derechos del individuo es la primera responsabilidad del Estado. Ningún Estado moral puede pasar por alto el asesinato, sean cuales sean las opiniones de quienes lo cometen… Creemos que el aborto no es un derecho, es un asesinato legalizado”, indicó el reverendo Hernán Rivera Rivera, obispo regional.
Rivera Rivera también se mostró a favor de los Proyectos de la Cámara 715 (P.C. 715), el cual persigue constituir como asesinato en primer grado aquel que se cometa contra una mujer embarazada y resultando en la muerte del feto; el Proyecto del Senado 693 (P.S. 693), que pretende prohibir el aborto a partir de las 22 semanas de gestación; y el Proyecto de la Cámara 1410 (P.C. 1410), que busca realizar un referéndum especial para que el electorado de Puerto Rico exprese si desea reconocer el derecho al aborto.
Rechazó, por otro lado, el Proyecto de la Cámara 1403 (P.C. 1403), el cual crearía la Ley para la Protección de los Derechos Reproductivos de las Mujeres y de las Personas Gestantes. Mientras, las organizaciones Defensores en las Aceras y Toda la Vida Metro apoyaron únicamente el P.C. 1084, al tiempo que el director de ambas entidades, Abdiel Contreras Álvarez, destacó que ofrecen todos los servicios necesarios para atender a una mujer con un embarazo inesperado.
Asimismo, señaló que Toda la Vida ofrece charlas y conferencias sobre el aborto, en las cuales se tocan temas acerca de la reproducción sexual, métodos anticonceptivos, enfermedades venéreas, entre otros. “Decir que nos oponemos a métodos anticonceptivos es un comentario muy generalista de nosotros”, dijo Contreras Álvarez.
“Nosotros, aparte de salvar al bebé, queremos salvar a la mamá de las complicaciones y secuelas emocionales de un aborto. La mujer con un embarazo inesperado no necesita un aborto, necesita ayudas y nosotros las tenemos”, indicó.
El presidente de la Coalición Provida y Familia, Mario Rosario Maisonet, también formó parte de la audiencia públicae hizo una presentación en la cual reiteró que prohibir el aborto es “solo el primer paso” para atender el problema de baja natalidad en Puerto Rico, ya que la tendencia desde el 2016 muestra una drástica caída en los nacimientos.
Según el Instituto de Estadísticas de Puerto Rico, para el 2020 la isla tuvo una tasa de defunciones de 32,308 y una natalidad de 19,050. En el año 2019 el número de defunciones ascendió a 29,652, mientras que el número de nacimientos fue de 20,434.
“¿Usted entiende que para que no siga disminuyendo la tasa de nacimientos, el Estado debe obligar a las mujeres a parir?”, preguntó el representante Orlando Aponte Rosario, presidente de la Comisión de lo Jurídico a Rosario Maisonet.
“Esto es una de muchas posibles medidas que podrían ayudar a que Puerto Rico vuelva y resucite, porque cada vez somos menos. Tenemos que promover los nacimientos”, respondió el deponente, quien insinuó que la realización de abortos en Puerto Rico ha sido un factor contribuyente al cierre de escuelas.
Comunidad médica en contra del aborto
En una extensa ponencia en la cual alegaron exponer “evidencia empírica” sobre la potencialidad de la vida y el daño psicológico que puede sobrellevar una mujer al realizarse un aborto, la alianza de profesionales de la salud Portavoces Conciencia expresó su apoyo al P.C. 1084.
La organización reconoció que en el campo científico no se ha podido relacionar una causa y efecto entre lo que es aborto y salud mental debido a la “debilidad metodológica”, por lo que no se ha podido descartar ni asumir que el aborto es causa de problemas o trastornos de salud mental.
Sin embargo, la Dra. Yiddish Álvarez Meléndez, psicóloga clínica y presidenta de la entidad, subrayó que “la mayoría de las más abarcadoras investigaciones” establecen que el aborto es un factor de riesgo asociado a problemas de salud mental.
En cuanto a la potencialidad de la vida, resaltó que es un hecho científico “irrefutable” que las características del “no nacido”, que lo identifican como persona natura, existen desde el momento de la concepción.
“Al apoyar esta medida, estamos contribuyendo a la salud pública de nuestro país, contribuyendo al cuidado de nuestras mujeres y protegiendo la vida del concebido. Continuamos protegiendo la vida de nuestras mujeres puertorriqueñas, que además de vivas, las queremos sanas”, manifestó Álvarez Meléndez, acompañada de la Dra. Rosalina Valcárcel-Ruiz, pediatra y vicepresidenta de Portavoces Conciencia.
Por su parte, el Dr. Juan Moreira-Vidal se unió al reclamo de defender la vida desde la fecundación, por lo que también rechazó la aprobación del P.C. 1403. El médico neurólogo también desglosó una serie de complicaciones a las cuales supuestamente se exponen las mujeres que se realizan un aborto.
Según Moreira-Vidal, algunas de las complicaciones agudas que pueden suceder son infecciones, sangrado excesivo, embolias, perforaciones del útero, daño al cérvix, shock, fiebre, entre otros. Las complicaciones crónicas a largo plazo podrían ser cáncer de útero, cáncer de ovarios, cáncer de recto y cáncer de hígado, de acuerdo con su memorial explicativo.
“En Puerto Rico no creemos en la pena de muerte… Por lo tanto, tampoco podemos creer en la pena de muerte para un bebé en el vientre materno que no tiene ninguna responsabilidad de lo que hayan hecho sus padres”, manifestó la representante Lisie Burgos Muñiz, autora del P.C. 1084. “El embarazo no es una enfermedad. No es un problema que haya que curar. Tampoco es un impedimento; no es una discapacidad. Es un proceso natural”, abundó la portavoz de Proyecto Dignidad.