Por: Haydeliz Ramírez
Neuroeducadora certificada a nivel local e internacional
Hoy más que nunca, sin importar la edad que tengamos, el mundo parece ser un lugar muy aterrador. Como neuroeducadora y como madre, conozco de primera mano lo que hacemos para intentar minimizar el miedo y la incertidumbre en nuestros hijos y alumnos. Lamentablemente, no siempre nos es posible protegerlos de todos los momentos inesperados que enfrentamos en la vida. La buena noticia es que, sí podemos equiparlos con las herramientas necesarias para afrontar los diferentes desafíos que encontramos a lo largo de nuestras vidas.
Todas las familias alrededor del mundo se encuentran bajo altos niveles de estrés. Esto sin duda, puede llegar a deteriorar tanto la salud física como psicológica de grandes y chicos.
Hoy te comparto algunas ideas para ayudar a nuestros niños a desarrollar la resiliencia:
- Cuidar que el deseo e instinto de proteger a nuestros niños, los lleve por equivocación el mensaje de que no son capaces de manejar con éxito las cosas que enfrenta.
- Hoy por hoy, es crucial desarrollar la confianza en nuestros pequeños. No es momento de presionar a nuestros niños, para que emprendan más de lo que pueden manejar ante la realidad que les ha tocado vivir.
- Establezcamos una fuerte conexión con nuestros hijos. Desarrollemos en ellos un sentido de seguridad tanto física como emocional.
- Fomentemos que sientan comodidad al expresar sus emociones.
- Desarrollemos y modelemos buenos valores a través del ejemplo.
- No fomentemos expresiones, actitudes o declaraciones negativas.
- No apoyemos el resentimiento ni los estereotipos.
- Ayudarles a entender la importancia y poder que tenemos como comunidad siendo buenos ciudadanos.
- Ayúdales a identificar y evitar comportamientos y acciones que puedan afectar a otros.
- Proveer experiencias que fomenten el desarrollo de la espiritualidad.
- Hacerles consientes de las necesidades básicas que carecen muchas personas alrededor del mundo.
- Ayúdales a entender que en ocasiones hay situaciones que son el resultado de decisiones y acciones nuestras o de otras personas.
- Tener presente que muchos de los comportamientos de nuestros niños, que catalogamos como inapropiados, son solo su mecanismo para manejar el estrés y la ansiedad.
- Podemos dirigir al niño para que identifique estrategias y actitudes positivas que les serán de gran utilidad para enfrentar las diferentes adversidades con éxito.
Recordemos que toda situación en la vida nos provee una oportunidad valiosa para educar a nuestros niños y equiparlos para la vida. Aprovechemos la realidad actual para formar seres humanos fuertes y emocionalmente saludables.