La Comisión de Salud de la Cámara discutió proyecto para crear un sistema multisectorial para el manejo de “stroke”
La procuradora del Paciente, Edna Díaz De Jesús, abogó hoy por el fortalecimiento económico del Negociado del Cuerpo de Emergencias Médicas (NCEM) y el sistema de ambulancias para garantizar el manejo correcto e inmediato de un paciente que haya sufrido un accidente cerebrovascular o “stroke” en Puerto Rico.
La titular destacó la necesidad de que se asignen fondos recurrentes a estos fines en momentos en que solo existen dos unidades especializadas en Puerto Rico capaces de ofrecer todos los servicios requeridos para estos casos.
Ambas unidades están ubicadas en Caguas, informó Díaz De Jesús en una vista pública de la Comisión de Salud de la Cámara, presidida por la representante Sol Higgins Cuadrado, para atender el Proyecto de la Cámara 1424. La medida pretende crear bajo ley un sistema de manejo multisectorial de accidentes cerebrovasculares en Puerto Rico.
“Tal realidad deja de manifiesto la necesidad de que se asignen los fondos recurrentes necesarios para que el sistema de ambulancias pueda garantizar el traslado inmediato de un paciente que haya sufrido un ‘stroke’ cerebrovascular desde cualquier punto de la isla a una institución hospitalaria adecuada”, expresó la Procuradora.
“A su vez, debe tomarse en consideración una inversión para el desarrollo de unidades de ambulancias especializadas que permitan adelantar el proceso de estabilización de estos pacientes durante el traslado”, abundó.
Díaz De Jesús también recomendó que la medida cameral tome en consideración la inclusión de un lenguaje que defina la función del sector privado en el servicio de ambulancias como parte integral del sistema de manejo multisectorial.
Para la titular, la asignación de fondos recomendada también debe ir dirigida a proveer al Departamento de Salud el presupuesto que permita el desarrollo del Registro Estatal de Accidentes Cerebrovasculares, así como brindar los adiestramientos y educación continua necesaria al personal paramédico para atender los casos de forma efectiva.
Según datos ofrecidos por la Procuraduría, anualmente surgen aproximadamente 5,000 casos de accidentes cerebrovasculares en Puerto Rico, lo que constituye la segunda causa de muerte en la isla y la quinta en Estados Unidos. En ambas jurisdicciones representaron la primera causa de incapacidad, indicó Díaz De Jesús.
Además, señaló que el Informe de Enfermedades Crónicas de Puerto Rico para el 2016-2017 reflejó que el riesgo de morir por enfermedad cerebrovascular fue mayor en el área sur de Puerto Rico y los municipios con mayor tasa de mortalidad ajustada por edad fueron Sabana Grande, Guánica, Arroyo, Hormigueros y Salinas.
De acuerdo con las guías médicas de tratamiento adecuado en los casos de “stroke” de tipo isquémico, que en Puerto Rico representan el 80%, el paciente solo cuenta con una ventana de 4.5 horas desde el momento del accidente cerebrovascular para recibir el tratamiento trombolítico especializado.
Instan a una mayor educación
El Dr. Ángel Dávila, presidente de la Asociación Americana del Corazón en su capítulo de Puerto Rico, realizó un llamado a una mayor educación sobre los accidentes cerebrovasculares como una de las medidas para atender la alta prevalencia de casos en la isla.
El médico emergenciólogo, quien compareció a la audiencia pública como miembro de la Coalición para Agilizar la Atención Médica de Emergencias Cardiovasculares, indicó que existen diversos síntomas de “stroke” de difícil diagnóstico, como la pérdida de balance, visión borrosa, entre otros.
“La base de esto también es la educación. Nosotros tenemos que educar al pueblo a no esperar si tiene algún síntoma de estos, y educar a Emergencias Médicas para que notifiquen. Muchas veces no se cuenta con el equipo que necesitan o el medicamento que se necesita”, dijo Dávila.
Mientras, la Coalición recomendó que el proyecto de ley amplíe su alcance para establecer un manejo multisectorial en los procesos de atención de emergencia de accidentes cerebrovasculares y de infarto agudo al corazón, en reconocimiento de la alta prevalencia de ambas condiciones y los sinergismos entre ellas.
El grupo de médicos endosó la medida al tiempo que resaltó que desde el 2016 ha dado continuidad a la iniciativa del Puerto Rico Infarction National Collaborative Experience (Prince, en inglés), un comité de trabajo que lideró esfuerzos para desarrollar un sistema integrado de tratamiento de infarto cardíaco en Puerto Rico entre 2010 y 2014.
Este proyecto impactó dramáticamente la métrica de calidad llamada “door to balloon time” o los minutos desde la llegada del paciente al hospital hasta el inicio del tratamiento endovascular mediante una angioplastía coronaria de emergencia, por lo que urgieron que este modelo sea retomado. “La ventaja de vivir en Puerto Rico es que, prácticamente, todo el mundo está a menos de una hora de un centro de angioplastia en nuestra isla. La clave no es tener un centro de angioplastia en cada pueblo. La clave es tener un sistema integrado que permita identificar el síntoma rápidamente y transportar el paciente al hospital que pueda proveer el servicio que necesita”, expresó el Dr. Orlando Rodríguez, cardiólogo intervencionista y miembro de la Coalición.