La discusión se enfocó en las comunidades y planteles del área sur
La Comisión de Impacto Comunitario de la Cámara de Representantes, presidida por la representante y vicepresidenta cameral Lydia Méndez Silva, realizó una vista pública hoy miércoles sobre la Resolución de la Cámara 220 con el propósito de conocer el impacto generado por los simos a la salud mental en el sector escolar del área sur.
La Comisión Cameral recibió el insumo del Departamento de Educación (DE), Asociación de Psicología, Colegio de Profesionales del Trabajo Social, Ciencia Puerto Rico y la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (ASSMCA).
La Dra. Gisela Ríos, directora del Programa de Psicología del DE expuso que, luego del terremoto de magnitud 6.4 el 7 de enero del 2020, más de 2,000 personas evidenciaron síntomas severos asociados al miedo, estrés, ansiedad y el shock.
Ríos estableció que es imperativo la asistencia a los estudiantes de manera consistente en los planteles escolares. ‘’Luego de estudios y encuestas hemos notado que los estudiantes se sienten más cómodos con la interacción física, que a su vez crea un alivio en la carga emocional que han vivido luego de estos eventos’’.
En una encuesta que realizó el Departamento entre comunidades escolares localizadas en los municipios de Guánica, Yauco, Guayanilla, Peñuelas y Ponce el factor común fue una incidencia mayor de condiciones asociadas a ansiedad generalizada, ansiedad de separación, estrés postraumático (PTSD) y ataques de pánico.
La Directora del Programa de Psicología destacó que el Departamento contó con un total de 33 psicólogos de las Oficinas Regionales Educativas de Caguas, Ponce y Mayagüez que brindaron sus servicios del 16 al 31 de enero de 2020 a un total de 845 personas en primeros auxilios psicológicos que se encontraban en refugios y comunidades afectadas.
Por otra parte, Joel Brens Aquino, administrador auxiliar de la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (ASSMCA) explicó que las reacciones conductuales comunes en los residentes en los pueblos del suroeste fueron: cambio extremo en el nivel de actividad, uso y abuso de drogas y/o alcohol, aislamiento y nerviosismo. Entre las reacciones emocionales que ha generado son: tristeza, enojo, desesperanza, sensación de culpabilidad y desconexión.
Brens Aquino resaltó que los integrantes de las escuelas de la ‘’zona cero’’ cuentan con afectaciones emocionales por ansiedad y depresión. En relación a los maestros, parecieran ser percibidos como los más afectados emocionalmente en una encuesta que realizó ASSMCA.
Una de las preocupaciones principales identificadas en la encuesta es que hay maestros que comunicaron no sentirse capacitados emocionalmente para manejar a sus estudiantes de ocurrir un sismo mientras están en clases.
Por otro lado, la Dra. Migna Rivera García, presidenta de la Asociación de Psicología de Puerto Rico indicó que la niñez y la juventud del suroeste afectados por los terremotos perdieron la seguridad de sus hogares, el espacio seguro de sus escuelas y su tranquilidad personal y emocional.
‘’Para cualquier esfuerzo comunitario, es imperativo integrar la perspectiva del trabajo de voluntariado. Estas situaciones requieren de los profesionales salubristas para la atención de la salud emocional por desastre de la niñez y juventud. Recomendamos integrar en los esfuerzos a los profesionales de la psicología, trabajo social y otros que están ubicados en las escuelas’’, agregó la Doctora.
Asimismo, el Dr. Larry Alicea, presidente del Colegio de Profesionales del Trabajo Social de Puerto Rico informó que el Centro de Información Censal en el año 2020 estimó que el 56 por ciento de la población de los pueblos de Guánica, Guayanilla, Peñuelas, Ponce y Yauco vivían en la pobreza.
Alicea reclamó que durante todas las crisis que ha vivido el país, profesionales del comportamiento humano han continuado brindando servicios, pero su labor ha sido ‘’invisibilizada’’. ‘’No se ha tomado en cuenta sus recomendaciones para atender las crisis y la importancia de los aspectos sociales’’.
Del mismo modo, la Dra. Greetchen Díaz, directora del Programa de Educación en Ciencia y Alianzas Comunitarias de Ciencia Puerto Rico recomendó que se lleven a cabo iniciativas de prevención, mitigación y preparación para futuros eventos que permita a la población enfrentar los mismos de manera más adecuada.
‘’Es importante que el Gobierno y los diversos sectores sean proactivos. Además, es clave que se establezca como prioridad la continuidad educativa ante las situaciones de desastres y emergencias. Igualmente, que se refuerce la atención y el apoyo psicológico en las comunidades escolares y de forma individual’’, sostuvo Díaz.
Finalmente, la representante del Distrito 21 por los pueblos de Yauco, Guánica, Lajas, Maricao y Sabana Grande exigió a las agencias y entidades que asistieron a la vista pública que se desarrolle un plan de trabajo coordinado entre agencias y/o corporaciones públicas con el propósito de atender las necesidades educativas y de salud mental de niños, jóvenes y maestros de las comunidades escolares de los pueblos más afectados por los terremotos.
‘’Es importante que estemos comprometidos con ayudar y apoyar, de todas las formas posibles, a estas comunidades que llevan siendo afectadas continuamente por huracanes, temblores y pandemias. Es inadmisible dejarlos a su suerte y que no reciban la atención que cada uno merece de forma digna y con su debido respeto. Ahora más que nunca, se tienen que buscar soluciones para que puedan salir hacia adelante’’, puntualizó la legisladora Méndez Silva.