Testimonio de Migrante Centroamericana Revela la Crueldad de los Traficantes de Personas
A pesar de la pandemia del COVID-19 y la implementación de restricciones de viajes para prevenir la proliferación de la enfermedad, traficantes de personas continúan poniendo a migrantes en peligro. Tráileres y tractocamiones comerciales son el medio utilizado para traficar a un gran número de personas hacia los Estado Unidos.Los traficantes de personas exponen a los migrantes a estos peligros a sabiendas de que el viaje será en vano debido al aumento en la vigilancia fronteriza y la colaboración con otros gobiernos de la región.
En plena propagación del COVID-19, traficantes de personas despiadados continúan exponiendo a migrantes al virus mortal forzándolos a viajar atestados in cajas de tráileres, sin ventilación, sin agua y sin comida por horas, muchas veces días. El tráiler es la trampa final de su peligrosa travesía de 1,600 millas desde Centroamérica a Estados Unidos.
La Patrulla Fronteriza en Texas, en especial los sectores Valle del Rio Grande (RGV) y Laredo (LRT) han sido una zona conflictiva para tráileres y tractocamiones cargados de migrantes. Durante el año fiscal 2020 hasta agosto, dichos sectores han visto más de 226 casos de tracto camiones y descubierto a 3,740 personas ocultas en condiciones peligrosamente mortales. Solo en el sector LRT esto representa un aumento del 37 por ciento comparado al mismo periodo del año anterior.
“Los traficantes de personas, son criminales inescrupulosos a quienes enriquecen sus bolsillos a costa de encerrar a seres humanos en tráileres diseñados para transportar animales,” asegura EL Comisionado Interino de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU., Mark A. Morgan. “Ellos tratan a los migrantes como mercancía, manteniéndolos cautivos inhumanamente en casas de seguridad atestadas de gente y con acceso limitado a comida y agua.”
En un testimonio en video previamente publicado, una joven madre centroamericana, cuya identidad ha sido protegida, describe su aterradora experiencia, “se sufre bastante, te encuentras personas que a veces quieren abusar de ti. Algunas veces viaja uno en tráileres sin poder respirar. Al final no nos fue como decían.”
Ella es la voz anónima de miles de migrantes centroamericanos, incluyendo menores no acompañados, quienes en años recientes han sufrido una cadena de atrocidades, abuso sexual, extorsión, asaltos, secuestros y explotación en manos de los coyotes.
Los traficantes demandan de $6,000 y hasta $12,000 dólares por persona por cruzarlas ilegalmente Estados Unidos en tractocamiones. Más allá de las pérdidas financieras que los migrantes no recuperarán, el confiar en traficantes también podría costarles la vida. Esto nunca ha sido más real que durante la pandemia global.
Los traficantes llenan con su carga humana tráileres peligrosamente calientes y típicamente sin poder escapar. Los agentes de la Patrulla Fronteriza regularmente encuentran restos humanos y migrantes perdidos enfermos, lesionados, y abandonados por los traficantes apoyados por los carteles de la droga y otras organizaciones criminales. Dichas tácticas aumentan el riesgo de contagio del COVID-19 entre los migrantes.
El mensaje es claro, no confíe en traficantes de personas, y no arriesgue su vida y ni la de sus seres queridos por en aventurarse en vano a la peligrosa travesía hacia los Estados Unidos. El tráfico de personas es una industria multimillonaria que solo enriquece a organizaciones criminales, las cuales después de extraer cada dólar que pueden, son indiferentes a su inevitable remoción de Estados Unidos, pero esperan que usted regrese con otro pago.
“Los migrantes nunca deberían arriesgar sus vidas y desperdiciar sus ahorros de toda la vida al pagar su dinero ganado duramente a traficantes que no respetan la vida humana al atentar la larga y peligrosa travesía a EE.UU.,” asegura el Jefe de la Patrulla Fronteriza de EE.UU., Rodney S. Scott.